Bálsamo de res Tentación Natural

"Lo mejor guardado es lo que la naturaleza siempre supo... y nosotros nos atrevimos a desenterrar."

SEBO ANCESTRAL
Usado durante siglos por nuestras abuelas. Rico en vitaminas A, D, E y K. La grasa más compatible con nuestra piel.

ORO LÍQUIDO
Miel de Manuka, el antibiótico natural de Nueva Zelanda. Cura, protege y regenera como ningún químico puede.

TESORO MEDITERRÁNEO
Aceite de oliva prensado en frío. Antioxidantes puros que desafían el paso del tiempo en tu piel.

El secreto no está en lo que añadimos, sino en lo que nos negamos a incluir. Nada de parabenos, sulfatos, fragancias sintéticas o ingredientes que ni tú ni tu abuela reconocerían.

Mientras la industria cosmética te vende promesas en frascos de plástico, nosotros volvimos a lo básico: ingredientes reales, resultados reales. Sin trucos. Sin mentiras. Sin disculpas.

¿Es radical? Tal vez. ¿Funciona? Pregúntale a tu piel después de la primera semana.

No es magia. Es química ancestral.

Mientras otros laboratorios juegan con derivados del petróleo y palabras científicas que nadie entiende, nosotros volvimos a lo básico: ingredientes que tu bisabuela usaba y que la ciencia moderna ahora confirma que funcionan.

Sebo de res de pastoreo - La grasa animal más compatible con tu piel. Punto. Misma estructura lipídica, absorción total, cero residuos grasos.

Miel de Manuka - El antiséptico que la naturaleza perfeccionó antes de que existieran los laboratorios. Cura, regenera, protege.

Aceite de oliva virgen extra - Prensado en frío para mantener cada antioxidante intacto. El Mediterráneo lo sabe desde hace milenios.

Caléndula - La flor que calma hasta las pieles más rebeldes. Sin dramas, sin efectos secundarios.

Vitamina E orgánica - El escudo antioxidante que tu piel necesita contra todo lo que el mundo moderno le lanza.

La proporción exacta es nuestro secreto. El resultado en tu piel será el tuyo.

Sin rellenos. Sin trucos. Sin disculpas.

No te pedimos que confíes ciegamente. Te pedimos que pruebes.

Miles de personas ya lo hicieron. Pieles secas que parecían papel de lija. Eccemas que resistieron todos los dermatólogos. Manos agrietadas de trabajar a la intemperie. Rostros castigados por años de productos químicos.

Primera semana: Tu piel deja de tirar. La sensación de sequedad desaparece. Notas que absorbe rápido, sin dejar esa capa grasa que odias.

Segundo mes: Las zonas ásperas se suavizan. Las rojeces disminuyen. Tu piel recupera esa elasticidad que creías perdida.

Tercer mes: La gente empieza a preguntarte qué te estás poniendo. Tu piel luce luminosa, nutrida, viva.

No es un milagro de la noche a la mañana. Es nutrición real que se acumula, capa por capa, día tras día.

Los testimonios están ahí. Las fotos de antes y después también. Pero la prueba definitiva será la tuya.

Dale a tu piel 30 días con ingredientes reales. Si no notas la diferencia, no somos para ti. Así de simple.

1. Sebo de res alimentado con pasto (Grass-fed beef tallow)
2. Miel de Manuka (Manuka honey)
3. Aceite de oliva ecológico prensado en frío (Organic cold-pressed olive oil)
4. Extracto de flor de caléndula (Calendula flower extract)
5. Vitamina E ecológica (Organic vitamin E)

Eso es todo. Cinco ingredientes. Nada más.

Sin agua. Sin parabenos. Sin sulfatos. Sin fragancias sintéticas. Sin conservantes artificiales. Sin colorantes. Sin rellenos. Sin ingredientes impronunciables.

Lo que ves es lo que hay.

Denso al tacto. Sedoso al aplicar.

El calor de tus dedos lo derrite en segundos. Se desliza, penetra y desaparece sin dejar ese brillo grasiento que tanto odias. Puedes usarlo por la mañana antes de salir sin parecer una sartén.

El momento perfecto: justo después de la ducha. Piel limpia, poros abiertos, absorción máxima.

La cantidad correcta: menos de lo que piensas. Este bálsamo cunde como pocos. Un poco va muy lejos.

Dónde aplicarlo: donde tu piel lo pida. Rostro, manos, codos, rodillas, talones. Esas zonas que siempre están ásperas y nadie te dice cómo arreglar.

Cuándo usarlo:

• Por la mañana para proteger
• Por la noche para reparar
• Cuando notes tirantez
• Cuando el clima te castigue

Una o dos veces al día. O más si tu piel está en modo supervivencia.

Tu piel te dirá cuándo y cuánto. Aprende a escucharla.

¿Huele mal por el sebo?
No. Huele a miel y aceite de oliva. El sebo de calidad, bien procesado, no tiene ese olor que te imaginas. Si alguna vez usaste uno que olía raro, era sebo de mala calidad.

¿Deja la piel grasa?
Para nada. Se absorbe rápido y desaparece. Puedes ponértelo por la mañana y maquillarte encima sin problemas.

¿Sirve para pieles con acné?
Sí. El sebo es no comedogénico y la miel de Manuka tiene propiedades antibacterianas. Muchas personas con acné nos cuentan que su piel mejoró. Pero cada piel es un mundo, prueba primero en una zona pequeña.

¿Puedo usarlo en el contorno de ojos?
Claro. Es suave, natural y no irrita. Perfecto para esa zona tan delicada.

¿Cuánto dura un bote?
Meses. Cunde muchísimo. Una cantidad del tamaño de un guisante basta para el rostro entero.

¿Es vegano?
No. Contiene sebo de res y miel. Si buscas algo vegano, esto no es para ti. Sin resentimientos.

¿Caduca?
Como todo lo natural, sí. Dura aproximadamente 12 meses. Guárdalo en lugar fresco y seco, lejos de la luz directa.

¿Puedo usarlo si estoy embarazada?
Son cinco ingredientes naturales, nada tóxico. Pero siempre consulta con tu médico antes de usar cualquier producto nuevo durante el embarazo.

¿Funciona en pieles muy secas o con eccema?
Es precisamente para eso. Muchos de nuestros clientes llegaron después de probar todo sin éxito. Pero no somos médicos: si tienes una condición seria, consúltalo con tu dermatólogo.

¿Por qué es más caro que otras cremas?
Porque los ingredientes son reales. Miel de Manuka auténtica, aceite ecológico, sebo de pastoreo. No estás pagando agua con espesantes y marketing. Estás pagando producto de verdad.